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Un cuento de Pascuas

Era un hermoso día de primavera en el bosque. El sol brillaba, los niños jugaban y reían y el canto de los pájaros hacía todo aún más alegre, pero de pronto ocurrió algo que hizo que todo cambiara y se ensombreciera, las flores perdieron parte de su color, los pájaros ya no cantaban con la misma alegría y todo parecía muy triste, incluso los niños dejaron de reír. Pero, ¿Cuál era el motivo de que esto sucediera? pues que uno de los integrantes de este alegre grupo de amigos debía marcharse por 3 días y esto los tenía muy tristes .

El niño reunió a todos sus amigos y les dijo que esos 3 días pasarían rápido y que todos deberían volver el domingo al bosque para esperar su regreso y que les traería una sorpresa a cada uno de ellos para que supieran que aunque no pudieran verlo él estaría nuevamente allí junto a ellos. Después de estas palabras los niños marcharon más animados a sus casas esperando ansiosamente lo que ocurriría ese domingo.

Un poquito más lejos , escondido entre unas matas, un alegre conejito llamado Bunny observó toda la escena y decidió hacer algo para devolverles la alegría a todos a los niños.. Mientras los chicos se alejaban , Bunny tuvo una idea, corrió a su madriguera, derritió toneladas de chocolate que sabía que a los niños les encanta, (aunque no entendía muy bien por qué, ya que a él le gustaban más las zanahorias.). Luego  le pidió a los otros animales que lo ayudaran.  Su vecina Doña Clo, que era una gallina muy amable, se ofreció a hacer algo con ese exquisito chocolate derretido y después de mucho pensar qué les parece que se le ocurrió hacer. Pues claro lo mejor que sabía hacer ,huevos, exquisitos y dulces huevos de chocolate, y sin pensárselo ni un minuto más se puso manos a la obra. Todos en el bosque querían colaborar. Las abejas aportaron su rica miel para que el chocolate fuera aún más dulce y apetecible y las flores entregaron sus colores para teñir el azúcar con la que luego los decorarían. Hicieron muchísimos huevos y luego los envolvieron con papeles de hermosos colores.

El tercer día,  muy tempranito, todos los conejos salieron a esconder los huevos por el bosque para que luego los niños los buscaran y al encontrarlos supieran que su amigo estaba nuevamente con ellos. Ese domingo el bosque volvió a llenarse de risas, canciones y alegría. Los niños corrían de uno a otro sitio y se divertían encontrando los huevos que habían dejado los conejitos. Pero sobre todo estaban felices porque en su corazón sabían que habían recuperado a su gran amigo y que nunca más los abandonaría.

Por eso este domingo de Pascua no te olvides de buscar por toda la casa tu huevo de Pascua. Seguro que Bunny también hizo uno para tí.

Espero que este cuento te haya gustado. MikaDolls te desea que tengas unas Felices Pascuas .

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